jueves, 18 de junio de 2015

LINK DEL VIDEO DE ALBERTO PLAZA: "VOY A CAMBIAR EL MUNDO"
https://www.youtube.com/watch?v=q7i_CoXHd6c

LINK DEL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA: consultar números  sobre las virtudes 1803-1845, Tercera Parte "LA VIDA EN CRISTO"
www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html

LINK DE LA BIBLIA: II  MACABEOS 6, 18-31.
www.vatican.va/archive/ESL0506/_INDEX.HTM
18 Eleazar, uno de los principales maestros de la Ley, de edad muy avanzada y de noble aspecto, fue forzado a abrir la boca para comer carne de cerdo.
19 Pero él, prefiriendo una muerte honrosa a una vida infame, marchó voluntariamente al suplicio,
20 después de haber escupido la carne, como deben hacerlo los que tienen el valor de rechazar lo que no está permitido comer, ni siquiera por amor a la vida.
21 Los que presidían este banquete ritual contrario a la Ley, como lo conocían desde hacía mucho tiempo, lo llevaron aparte y le rogaron que hiciera traer carne preparada expresamente para él y que le estuviera permitido comer. Asimismo le dijeron que fingiera comer la carne del sacrificio, conforme a la orden del rey.
22 Obrando de esa manera, se libraría de la muerte y sería tratado humanitariamente por su antigua amistad con ellos.
23 Pero él, tomando una noble resolución, digna de su edad, del prestigio de su vejez, de sus veneradas canas, de la vida ejemplar que había llevado desde su infancia y, sobre todo, de la santa legislación establecida por Dios, se mostró consecuentemente consigo mismo, pidiendo que lo enviaran de inmediato a la morada de los muertos.
24 «A nuestra edad, decía, no está bien fingir. De lo contrario, muchos jóvenes creerán que Eleazar, a los noventa años, se ha pasado a las costumbres paganas.
25 Entonces también ellos, a causa de mi simulación y de mi apego a lo poco que me resta de vida, se desviarán por culpa mía, y yo atraeré sobre mi vejez la infamia y el deshonor.
26 Porque, aunque ahora me librara del castigo de los hombres, no podría escapar, ni vivo ni muerto, de las manos del Todopoderoso.
27 Por eso, me mostraré digno de mi vejez entregando mi vida valientemente.
28 Así dejaré a los jóvenes un noble ejemplo, al morir con entusiasmo y generosidad por las venerables y santas leyes». Dicho esto, se encaminó resueltamente al suplicio.
29 Al oír estas palabras, que consideraban una verdadera locura, los que lo conducían cambiaron en crueldad la benevolencia que antes le habían demostrado.
30 Pero él, a punto ya de morir bajo los golpes, dijo entre gemidos: «El Señor, que posee el santo conocimiento, sabe muy bien que, pudiendo librarme de la muerte, soporto crueles dolores en mi cuerpo azotado; pero mi alma los padece gustosamente por temor a él».


31 De este modo, Eleazar dejó al morir, no sólo a los jóvenes, sino a la nación entera, su propia muerte como ejemplo de generosidad y como recuerdo de virtud.





martes, 28 de abril de 2015

UNLP

http://www.unlp.edu.ar/

lunes, 16 de marzo de 2015

El médico a palos. Moliere

https://docs.google.com/document/d/1915xe3SsmyNirhf9UGqXCvQ8-TlFuFU4zw87_XWraxM/edit

Las del Barranco

https://docs.google.com/document/d/1MvTfvxIyDQsaKO0ouF6DLm_cEG8uvcMvf7QAx9TVmxs/edit

Cyrano de Bergerac

https://docs.google.com/document/d/1IrmTOX001tIWZnZF29IG7ANRR8x7JfEqXseWgml0wpM/edit

El enfermo imaginario

https://docs.google.com/document/d/1uEY39VdYR6urNMH14PPaPiIAkrPxKIjkDup6sWTEK-E/edit

Criterios de evaluación de educación física

DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN FÍSICA . NIVEL SECUNDARIO.COLEGIO CANOSSIANO

Los criterios de calificación empleados durante el curso anual serán:

1.    Asistencias a clases.
2.    Hábito de trabajo.
3.    Actitudes correctas de salud e higiene individual y colectiva. Ropa deportiva correcto.
4.    Pruebas escritas de contenidos  basados en la fundamentaciones teóricas de las clases prácticas y temas de interés.
5.   Pruebas prácticas de cada unidad didáctica.
6.   Incremento de la capacidad física de referencia respecto a sí mismo y al entorno de referencia, con la intervención del alumno acerca de sus progresos o no.
7.  Presentación de evaluación en forma ordenada y prolija.
8.  Confección y armado de una carpeta de estudio que deberá traer todas las clases.
9. Actitudes de compañerismo y solidaridad acentuando los valores del perfil canossiano.

El modo de evaluación será el de “evaluación continua”, donde el alumno será evaluado constantemente en aspectos como asistencia, participación en las clases, entrega de trabajos, disposición a la cooperación, uso y cuidado del material, comportamiento, etc. Esta evaluación continua puede perderla el alumno si alcanza 5 faltas injustificadas.
El alumno que por algún motivo, justificado o no, no realice la actividad física práctica en una clase, deberá copiarla y entregarla al final de ésta.
El alumno que no pueda participar en las actividades prácticas será evaluado y calificado de los objetivos en su fundamentación teórica mediante la realización de trabajos, fichas, etc., que el profesor le encomendará a lo largo del periodo, así como de los apuntes que el alumno tome nota en clase.
Criterios Específicos de Evaluación  Secundaria
1.- Comprensión y desarrollo de la corporeidad y la salud.-
-  Aplica las fórmulas para mejorar su condición física.
- Practica técnicas de entradas en calor para las diferentes actividades.
- Realiza trabajos aeróbicos y anaeróbicos, mejorando su salud.
- Desarrollo de capacidades de fuerza, velocidad y resistencia.
- Asume normas de protección de la salud.
- Experimenta los beneficios de la respiración y relajación.
- Realiza técnicas de habilidades gimnásticas y deportivas.
- Investiga sobre temas de salud y auto cuidado.
2.-Dominio corporal y expresión creativa.-
- Utiliza técnicas y gestos deportivos específicos.
- Describe, aplica y aprende las reglas de los deportes elegidos.y organiza y crea reglas sobre otros no convencionales
- Crea y organiza rutinas gimnásticas con o sin elementos.
3.-Convivencia de interacción sociomotriz.-
- Realiza juegos en equipo, mostrando respeto por sus compañeros.
- Organiza y participa del armado de torneos interescolares.
- Aplica y acepta las reglas de los distintos deportes, valorando el juego limpio.
          - Valora y respeta las opiniones de sus compañeras al elaborar trabajos en                              equipo.

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 NOTIFICADO:……………………………………………(firma del responsable adulto)

Nombre del alumno y division……………………………………………………………

Fecha:……………………………………………………………………………………..

jueves, 12 de marzo de 2015

CONTENIDOS:
PRIMER TRIMESTRE:
UNIDAD I: CONOZCO MI FE.
Originalidad del cristianismo: Creo: ¿“Creo qué creo”?. La Santísima Trinidad: Dios Padre. Dios se revela: Dios Hijo. Jesús verdadero Dios y verdadero hombre.  Dios presentes: Dios Espíritu Santo anima mi vida y la Iglesia.
UNIDAD II:  EN BUSCA DE LA FELICIDAD.
Bienaventuranzas:   Centro de la vida del cristiano. Dios se hizo pobre.  Santa Magdalena: “Sierva de los pobres”.
SEGUNDO TRIMESTRE:
UNIDAD III: ¿CUÁNDO SOY LIBRE?
Libertad: libertad y conciencia en el hombre.  Los actos humanos: aprender a elegir, discernir, a ser libre. Consecuencias de mis decisiones.
UNIDAD IV: LA VERDADERA LIBERTAD.
Los mandamientos: origen y sentido de los mandamientos.  El mandamiento del amor: en relación a Dios: la pobreza de Cristo. En relación a los hermanos: testimonio de los creyentes.
UNIDAD V: APRENDER A AMAR.
Mi relación con Dios: Amar a Dios sobre todas las cosas. Santificar las fiestas. No tomar su santo nombre en vano. Dos modelos de amor: la Virgen Dolorosa. Jesús crucificado.
TERCER TRIMESTRE:
UNIDAD VI: VIVIR EN COMUNIÓN.
Mi relación con los hermanos: ¿Quién es mi prójimo?  Honrar padre y madre: la importancia de la vida familiar. Responsabilidades de los hijos y de los padres. No matar: aprender a elegir la vida.
UNIDAD VII: MIS OPCIONES.
No robar ni desear los bienes ajenos: vivir en comunión. El reino es de los pobres: Santa Josefina Bakhita. Vivir en la verdad: la verdad los hará libres.
UNIDAD VIII: RECORRER EL CAMINO DEL AMOR.
No cometer actos impuros, no desear la mujer de tu prójimo: llamados a ser verdaderamente libres para amar y ser amados. Valor de la dignidad de la persona.


martes, 10 de marzo de 2015

El hombre muerto

El Hombre Muerto
Por Leopoldo Lugones


La aldeíta donde nos detuvimos con nuestros carros, después de efectuar por largo tiempo una mensura en el despoblado, contaba con un loco singular, cuya demencia consistía en creerse muerto.
Había llegado allí varios meses atrás, sin querer referir su procedencia, y pidiendo con encarecimiento desesperado que le consideraran difunto.
De más está decir que nadie pudo deferir a su deseo; por más que muchos, ante su desesperación, simularan y aquello no hacía sino multiplicar sus padecimientos.
No dejó de presentarse ante nosotros, tan pronto como hubimos llegado, para imploramos con una desolada resignación, que positivamente daba lástima, la imposible creencia. Así lo hacía con los viajeros que, de tarde en tarde, pasaban por el lugarejo.
Era un tipo extraordinariamente flaco, de barba amarillosa, envuelto en andrajos, un demente cualquiera; pero el agrimensor resultó afecto al alienismo, y no desperdició la ocasión de interrogar al curioso personaje. Éste se dio cuenta, acto continuo, de lo que mi amigo se proponía, y abrevió preámbulos con una nitidez de expresión, por todos conceptos discorde con su catadura.
-Pero yo no soy loco -dijo con una notable calma, que mal velaba, no obstante, su doloroso pesimismo-. Yo no soy loco, y estoy muerto, efectivamente, hace treinta años. Claro. ¿Para qué me morí?
Mi amigo me guiñó disimuladamente. Aquello prometía.
-Soy nativo de tal punto, me llamo Fulano de Tal, tengo familia allá...
(Por mi parte, callo estas referencias, pues no quiero molestar a personas vivientes y próximas.)
-Padecía de desmayos, tan semejantes a la muerte, que después de alarmar hasta el espanto, concluyeron por infundir a todos la convicción de que yo no moriría de eso. Unos doctores lo certificaron con toda su ciencia. Parece que tenía la solitaria.
"Cierta vez, sin embargo, en uno de esos desmayos, me quedé. Y aquí empieza la historia de mi tormento; de mi locura...
"La incredulidad unánime de todos, respecto a mi muerte, no me dejaba morir. Ante la naturaleza, yo estaba y estoy muerto. Mas para que esto sea humanamente efectivo, necesito una voluntad que difiera. Una sola.
"Volví de mi desmayo por hábito material de volver; pero yo como ser pensante, yo como entidad, no existo. Y no hay lengua humana que alcance a describir esta tortura. La sed de la nada es una cosa horrible."
Decía aquello sencillamente, con un acento tal de verdad, que daba miedo.
-¡La sed de la nada! Y lo peor es que no puedo dormir. ¡Treinta años despierto! ¡Treinta años en eterna presencia ante las cosas y ante mi no ser!
En la aldea habían concluido por saber aquello de memoria. Pasaron a ser vulgares sus reiteradas tentativas para obligarlos a creer en su muerte. Tenía la costumbre de dormir entre cuatro velas. Pasaba largas horas inmóvil en medio del campo, con la cara cubierta de tierra.
Tales narraciones nos interesaron en extremo; mas cuando nos disponíamos a metodizar nuestra observación, sobrevino un desenlace inesperado.
Dos peones que debían alcanzarnos en aquel punto, arribaron la noche del tercer día con varias mulas rezagadas.
No los sentimos llegar, dormidos como estábamos, cuando de pronto nos despertaron sus gritos. He aquí lo que había sucedido.
El loco dormía en la cocina de nuestro albergue, o aparentaba dormir entre sus velas habituales -la única limosna que nos había aceptado.
No mediaban dos metros entre la puerta donde se detuvieron cohibidos por aquel espectáculo, y el simulador. Una manta le cubría hasta el pecho. Sus pies aparecían por el otro extremo.
-¡Un muerto! -balbucearon casi en un tiempo. Habían creído en la realidad.
Oyeron algo parecido al soplo mate de un odre que se desinfla. La manta se aplastó como si nada hubiera debajo, al paso que las partes visibles -cabeza y pies- trocáronse bruscamente en esqueleto.
El grito que lanzaron púsonos en dos saltos ante el jergón.
Tiramos de la manta con un erizamiento mortal.
Allá, entre los harapos, reposaban sin el más mínimo rastro de humedad, sin la más mínima partícula de carne, huesos viejísimos a los cuales adhería un pellejo reseco.